El ataque de un presunto yihadista, de origen marroquí, se inició en la iglesia de San Isidro, donde acuchilló en el cuello al párroco de la misma, Antonio Rodríguez, tras lo cual bajó hasta la iglesia de la Palma en la Plaza Alta, donde asesinó a machetazos a su sacristán, Diego Valencia, después de hacerle frente, tras perseguirle y darle muerte en la misma Plaza Alta. Al parecer se enfrentó a él, quizás ante la creencia de que era un vándalo y tras los destrozos que estaba causando en el templo.
Tras consumar el asesinato, el ya detenido (Yasser K.) se desplazó a la capilla de Europa, cuya fachada de entrada golpeó con el machete largo o katana que utilizó para agredir a sus víctimas, tras lo cual deambuló hasta las inmediaciones del parking Escalinata, allí una patrulla de la policía local fue la primera en toparse con el agresor, el cual se encontraba sentado o en una posición de aparente rezo y con el machete a su lado, en el suelo. Los policías se abalanzaron sobre él e inmediatamente fue inmovilizado y detenido. Tras el levantamiento del cadaver, los servicios de Algesa por su parte se hicieron cargo de la limpieza de la plaza. La Policía ya ha registrado su casa en la Calle Ruiz Tagle, en el barrio de San Isidro.
El fallecido, Diego Valencia, pertenecía a la iglesia de La Palma y era una persona muy querida en la ciudad, donde regentaba una floristería.
El alcalde de Algeciras se personó en el lugar de los hechos, acompañado del concejal de Seguridad Ciudadana, el coordinador de la AGE y el obispo de la diócesis de Cádiz-Ceuta, entre otras personalidades. Landaluce ha decretado además un día de luto oficial en la ciudad, jornada en la que las banderas ondearán a media asta en los edificios municipales, al tiempo que ha convocado una concentración de repulsa a las doce del mediodía a las puertas del templo mayor de la ciudad.
La Policía Nacional no descarta nuevas detenciones.
