ACAIP-UGT, sindicato mayoritario en prisiones ha querido poner en conocimiento de la sociedad, a través de comunicado dirigido a la prensa, los siguientes hechos.
Hace unos días, un interno del centro penitenciario de Algeciras tuvo que ser trasladado al hospital Punta Europa en estado muy grave, después de ser estabilizado por los servicios médicos del centro.
A primera hora de la mañana, durante el recuento, el funcionario de servicio observa que un interno se encuentra inmóvil en el suelo y no reacciona a las indicaciones del trabajador, que realiza la primera atención urgente para mantenerle con vida, avisa al jefe de servicios y a los servicios médicos quienes consiguen estabilizarle antes de su traslado al hospital, en el que aún se encuentra hospitalizado.
El interno, de 38 años, había regresado de permiso el día anterior. En el cacheo de la celda, en la que se encontraba pasando el periodo de cuarentena preceptivo, se hayan restos y elementos que indican que pueda haber consumido sustancias prohibidas, compatible con el estado de posible sobredosis.
También durante el recuento, en el módulo de mujeres, una interna presenta un cuadro médico compatible con posible intoxicación, trasladándose de inmediato a la Enfermería de la prisión, donde permanece 2 días.
Según datos de Instituciones Penitenciarias, entre 2015 y 2019, en Botafuegos fallecieron 8 internos por consumo de drogas, siendo el 5o centro entre las más de 80 prisiones del estado, excepto Cataluña.
La principal vía de entrada de sustancias prohibidas es el contacto con el exterior a través de las comunicaciones o en el regreso de permisos. De hecho, durante la primera fase de la pandemia en la que se restringieron las visitas y las salidas, no se contabilizó ningún fallecimiento por sobredosis, siendo las aprehensiones de tóxicos insignificantes.
La reapertura de las prisiones, además del riesgo de contagio por COVID 19 que supone entre los internos hasta que no se complete la vacunación, ha supuesto también el retorno de las drogas a las prisiones españolas.
"Es imprescindible que se dote de los medios humanos, materiales y jurídicos necesarios para que podamos realizar nuestra labor de la manera más adecuada y minimizar la entrada de sustancias prohibidas en prisión. El consumo y tráfico de las mismas es fuente de conflictos entre internos, lo que pone en riesgo la seguridad del establecimiento y de los trabajadores, y puede traer consecuencias nefastas como la muerte, que en esta ocasión se ha podido evitar gracias a la diligente actuación de los funcionarios." señala el sindicato.
Desde Acaip-Ugt en Botafuegos, se ha querido trasladar al Ministro del Interior que, a pesar de los graves problemas existentes en Instituciones Penitenciarias, de las promesas hechas en el parlamento incumplidas posteriormente, así como la paralización de le negociación de la nueva Ley de Cuerpos Penitenciarios, seguirán desarrollando su trabajo con la mayor profesionalidad, cuya finalidad primordial es la reeducación y la reinserción social, además de seguir “salvando vidas”.