Por Carmen Cortés.
Tiempos difíciles se respiran, aunque los grandes cargos quieran adornarlos. Conocedores de la verdad que nos han querido contar, vivimos en una nube de incertidumbre y una espesa niebla nos ciega.
La nueva “normalidad” como la llaman no tiene nada que ver con la vida que ya conocías. Seguimos conviviendo con un virus que por desgracia aún no tiene cura, pero en este tiempo de encierro la Tierra nos ha demostrado que la vida siempre se abre camino y para que este camino se despeje necesita que la forma de convivir en el medio cambie.
¿Cómo hallar el cambio?, ¿cómo ayudar a ese salto? Algunas de estas preguntas nos rondan la cabeza, no a todos como deseo pero sé que hay almas preocupadas por esta realidad.
Por desgracia son muchos más los mensajes negativos en estos momentos que los positivos… Como por ejemplo, hasta que este gobierno tal, que si los recortes en sanidad, que si mienten más que hablan, que nos engañan… No digo que no sea cierto, pero ¿creéis que el quejaros nos llevará algún lado? Hasta ahora seguimos aquí y todo sigue su curso, hacen lo que quieren amparados por su puesto de trabajo, y en este caso podemos ayudar al cambio.
Os preguntaréis cómo es posible tal acción si el aire que se respira va cargado de incertidumbre y mentira. Pues ya tenéis algo ganado y es que si habéis llegado a tal razonamiento es porque habéis activado el ser consciente que dormía a pierna suelta.
Habéis sido capaces de vivir el presente y de observar la viveza de la naturaleza, ésta última toda una guerrera. Entonces vamos a ponernos manos a la obra de una única forma, efectiva tarde o temprano, ya sabes que la forma de pensar, sentir y vivir suman. Pues todo ello es el resultado del momento que habitamos.
Así que no hay otra que actuar desde la conciencia que conecta con el órgano más real e importante de toda persona, la acción desde el corazón.
Para sumar a cambiar el mundo, solo tenemos que aportar desde el yo en un primer lugar siendo un nosotros en su totalidad. Porque la suma de cada uno compone el todo.
El cambio comienza en ti, en ser consciente del momento y actúar desde la compasión y el amor sumando a que este mundo sea un futuro prospero para las nuevas generaciones que no tardarán en llegar.
También es importante recordar que el ciclo de la vida no solo está compuesto del humano, que todos nos necesitamos, que para que exista una cadena alimenticia debemos cuidar lo que Madre Tierra nos da, que la vida es mucho más que vivir sin más, es vivir con respeto al medio y a uno mismo.
En definitiva, cambiar el mundo es posible si el cambio lo enfocas en ti desde un principio. Conéctate con la naturaleza, siente la vida, no pienses solo en ti y disfruta, porque todo es posible. Recuerda, nunca es tarde si la dicha es buena.
La nueva “normalidad” como la llaman no tiene nada que ver con la vida que ya conocías. Seguimos conviviendo con un virus que por desgracia aún no tiene cura, pero en este tiempo de encierro la Tierra nos ha demostrado que la vida siempre se abre camino y para que este camino se despeje necesita que la forma de convivir en el medio cambie.
¿Cómo hallar el cambio?, ¿cómo ayudar a ese salto? Algunas de estas preguntas nos rondan la cabeza, no a todos como deseo pero sé que hay almas preocupadas por esta realidad.
Por desgracia son muchos más los mensajes negativos en estos momentos que los positivos… Como por ejemplo, hasta que este gobierno tal, que si los recortes en sanidad, que si mienten más que hablan, que nos engañan… No digo que no sea cierto, pero ¿creéis que el quejaros nos llevará algún lado? Hasta ahora seguimos aquí y todo sigue su curso, hacen lo que quieren amparados por su puesto de trabajo, y en este caso podemos ayudar al cambio.
Os preguntaréis cómo es posible tal acción si el aire que se respira va cargado de incertidumbre y mentira. Pues ya tenéis algo ganado y es que si habéis llegado a tal razonamiento es porque habéis activado el ser consciente que dormía a pierna suelta.
Habéis sido capaces de vivir el presente y de observar la viveza de la naturaleza, ésta última toda una guerrera. Entonces vamos a ponernos manos a la obra de una única forma, efectiva tarde o temprano, ya sabes que la forma de pensar, sentir y vivir suman. Pues todo ello es el resultado del momento que habitamos.
Así que no hay otra que actuar desde la conciencia que conecta con el órgano más real e importante de toda persona, la acción desde el corazón.
Para sumar a cambiar el mundo, solo tenemos que aportar desde el yo en un primer lugar siendo un nosotros en su totalidad. Porque la suma de cada uno compone el todo.
El cambio comienza en ti, en ser consciente del momento y actúar desde la compasión y el amor sumando a que este mundo sea un futuro prospero para las nuevas generaciones que no tardarán en llegar.
También es importante recordar que el ciclo de la vida no solo está compuesto del humano, que todos nos necesitamos, que para que exista una cadena alimenticia debemos cuidar lo que Madre Tierra nos da, que la vida es mucho más que vivir sin más, es vivir con respeto al medio y a uno mismo.
En definitiva, cambiar el mundo es posible si el cambio lo enfocas en ti desde un principio. Conéctate con la naturaleza, siente la vida, no pienses solo en ti y disfruta, porque todo es posible. Recuerda, nunca es tarde si la dicha es buena.
-lvdmi