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En una muy interesante jornada jurídica que hace unos dias celebramos en remoto, de la que fuè ponente el magistrado de la Secciòn con competencia en el Campo de Gibraltar de la Audiencia Provincial de Càdiz, Juan Carlos Hernàndez Oliveros, brillante y preciso como en èl es habitual (nos conocemos de antiguo y sabe que no lo digo por adulación ), èste manifestò una idea que me ha impulsado a la reflexión: “es buen momento para que los bancos, màs allà de lo que exijan las normas, ante la crisis causada por el coronavirus y consiguientes dificultades para el pago de las hipotecas , adopten una actitud abierta, comprensiva, admitiendo moratorias en casos en los que no se cumplan todos o algunos de los requisitos, pero en los que serìa justo que asì se hiciera”.
Como añadìò el jurista, con tal postura conseguirán una triple finalidad:
1.Mejorar la mala imagen pública que afecta a los bancos por causa de las clàusulas suelo, tarjetas revolvings, comisiones desmesuradas…
2.Captar nuevos clientes y fidelizar a los propios.
3.Evitar futuros litigios en cascada, propiciando con los clientes acuerdos equitativos que eviten colapsar aùn màs la Administraciòn de Justicia.
Ahì queda dicho: es una ocasión de oro para que bancos, aseguradoras, eléctricas, etc… lleven a cabo una política económico social que de verdad sea ética y en beneficio de la comunidad, que por un tiempo no reparen tanto en la cuenta de resultados o en reparto de dividendos, inclusive en los exagerados sueldos, primas, bonos, beneficios… de sus ejecutivos ( el masculino es inclusivo de cualquier gènero, que es lo gramaticalmente correcto ) y contribuyan a levantar España, como pilar fundamental que son.
Y todos tenemos que jugar con las cartas abiertas, empezando por los operadores jurídicos. En lo que me atañe, la abogacía, contribuyendo a esos acuerdos – se entiende que justos – entre nuestros clientes y las grandes corporaciones, tanto como manera de dar una pronta satisfacción a los ciudadanos, pero tambièn para frenar en la medida de lo posible ese colapso judicial. No pensemos en costas procesales ni en intereses particulares. Insisto, es tan grave la situación que la tenemos que superar entre todos.
Los bancos, de forma que no se acojan a la mas mìnima excusa burocrática, como està ocurriendo en algunos casos lamentablemente, para rechazar una moratoria.
En este apartado echo en falta una norma especìfica, sencilla y clara, que indicara que cuando se levante la moratoria en el pago de las hipotecas, el interés correspondiente al tiempo en que el mismo ha quedado congelado será en todo caso el mas beneficioso para el prestatario, es decir, para el consumidor, en el momento del cese de dicha moratoria, sea cual fuere el interés suspendido.
Me refiero al interès remuneratorio ( el de demora evidentemente no procede ), ya sea fijo o variable, pues muy canalla resultarìa que determinada entidad, ante una hipoteca, pongo por caso con interés variable euribor màs 0, 50 %, si el euribor durante la moratoria ha estado, no sè en el - 0,10 %, con lo que se habrìa de cobrar el 0,50%, y en el momento en que se alce lo està al 1,50 % pretenda cobrar un interès de 2%., que cosas peores se han visto….
Los ciudadanos, los consumidores, demandando esas ayudas y beneficios sin incurrir en situaciones abusivas, que no todo lo que hacen los bancos es malo, que es normal que si prestan dinero cobren un interés, que las hipotecas hay que pagarlas y si no se puede para eso està el ordenamiento jurídico y las normas que ayudan a las personas vulnerables. A estas, no a los caraduras.
Por cierto, y permitidme que cambie de tema, ya aviso que ante la multitud de demandas y denuncias - por desgracia ya hay anuncios de despachos de abogados que las ofrecen “cuando se cobre” y “colectivas “ - que se prevén contra administraciones, hospitales, personal sanitario…es cuando los abogados, si también queremos mejorar nuestra tampoco nada buena imàgen social, debemos examinar con lupa cada caso, porque tengo la seguridad de que, si lo hacemos con honestidad, màs del 90% deben ir directamente a la papelera.
En fin, que somos una gran Reino, con personas extraordinarias, y que es nuestro deber de españoles dejar a nuestros hijos una España mejor, y a los mayores que sobrevivan, que los años que les queden de vida los disfruten con el máximo de cariño y bienestar.
Para ello, por encima de la ideas políticas, no hay otro camino en el futuro que el que ahora están haciendo sanitarios, Ejèrcito, fuerzas de seguridad, transportistas, trabajadores y empresarios esenciales en definitiva: trabajo, trabajo y màs trabajo.
Incluyo en la actividad diaria esencial durante la pandemia la labor callada pero importantisima de la gran mayoría de jueces, abogados, fiscales, catedràticos… y por ello doy, ahora que son las ocho de la tarde, un solitario aplauso para todos nosotros.
Sin cantar el “Resistirè”… porque corro peligro de inhabilitaciòn.
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