La entrada del Covid-19 en España, ha pillado descolocada a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, la cual está dirigiendo a cámara lenta el rumbo de todas las prisiones del país, perdiendo un tiempo crucial, sin claridad de ideas, sin prepararse para recibir a la enfermedad, sin adoptar medidas extraordinarias de carácter preventivo, tan solo ha hecho recomendaciones a seguir a todos los establecimientos, entre ellas a Botafuegos.
No es hasta el pasado fin de semana, cuando se lleva a efecto el primer bloque de medidas por parte de la Dirección algecireña, siguiendo las órdenes del Ministerio del Interior que ha atendido muchos de los escritos, peticiones y quejas aportados por el Sindicato Acaip-Ugt, de modo que se suspenden: las comunicaciones íntimas, familiares y de convivencia, y más tarde las comunicaciones orales, también se suspenden las visitas, el voluntariado, la entrada de paquetes del exterior, la recogida de dinero en metálico por ventanilla, se aumentan las llamadas telefónicas de 10 a 15 por semana.
Medidas que los Trabajadores Penitenciarios aseguran son drásticas y que van a generar graves problemas, como así ha sido finalmente, pues ha sido un fin de semana movido donde se ha palpado la tensión, con peleas, internos aislados, otros se han autolesionado a modo de protesta por no poder comunicar y todo ello, a pesar de la información facilitada a todos los internos, se les ha comunicado que se ha prohibido visitar los Centros de mayores, han cerrado los centros de día, ni hacer los velatorios a los difuntos, los Centros educativos están cerrados, etc etc, con objeto de buscar colaboración para mantener el buen orden y lograr una convivencia ordenada y pacífica de la población reclusa; pero ese es el precio que si o si, pagamos los trabajadores penitenciarios, amén del riesgo inherente al trabajo en una cárcel, éste se amplifica exponencialmente en estas circunstancias.
Esta semana se ha iniciado, con la aprobación de una segunda batería de medidas, se aplazan los permisos de salida, se acondicionan galerías en los departamentos de Ingresos y Enfermería para los que regresan de permiso y los ingresos en prisión procedentes del exterior para pasar la cuarentena, se autoriza la permanencia en la celda a los internos que de forma voluntaria así lo soliciten con el fin de evitar aglomeraciones, se autoriza la flexibilidad horaria o permanencia en vivienda para atender a hijos menores o mayores a cargo, se implantan servicios mínimos de trabajadores para evitar aglomeraciones, se establece un canal informativo directo entre la Dirección y los Trabajadores Penitenciarios, muchas de ellas aportadas por Acaip-Ugt Algecras, desde el minuto 1.
La aparición del Covid-19, ha pillado a los Centros Penitenciarios con unas existencias mínimas de material sanitario, entre otras a nuestra macrocárcel de Botafuegos, con más de 1300 internos y más de 420 Trabajadores Penitenciarios, que contaba con un pequeño stock de guantes, mascarillas y batas, se han hecho pedidos a la carrera en las últimas fechas, pero éstos no llegan o lo hacen a cuentagotas. A principios de semana una fábrica de Jaén, por orden del ministerio de Sanidad remitió el lote de mascarillas disponibles a hospitales de la CCAA de Madrid, parte de esa remesa venía para Botafuegos, no llegará.
Casualmente, un comerciante de Algeciras, llamado Laida, con su negocio “Cash- Algeciras” situ en la avenida Virgen de la Palma, tuvo conocimiento de la falta de recursos sanitarios en la prisión algecireña, una vez puesto en contacto con el establecimiento penitenciario, ha donado las 600 mascarillas que tenía disponibles en tienda, literalmente ha dicho “mi mujer y yo, hemos decidido donar 600 mascarillas quirúrgicas” “este no es momento para ganar dinero” “estamos para ayudarnos” “España es nuestro hogar”, poco más que añadir a esa calidad humana.
Desde el sindicato Acaip-Ugt, aseguran que se seguirán interponiendo escritos, quejas y denuncias al Ministerio del Interior, para que salgan del letargo al que tienen sumidas las prisiones españolas, para que adopten medidas preventivas más valientes para contener al Covid-19, para que envíen urgentemente equipos de protección individual a las cárceles; mientras tanto los Trabajadores Penitenciarios continúan cada día entrando en las cárceles, realizando el trabajo de la forma más profesional y digna posible con los recursos humanos y materiales que están al alcance.
