Pese a la presión ejercida por los ciudadanos del Campo de Gibraltar, las ovejas de Guillermo Cana serán finalmente sacrificadas antes de diez días.
Guillermo cuida desde pequeñitos a cuatro ovejas, tres chivos, una cabra y un carnero. La resolución de la Junta de Andalucía obligará a sacrificar a los animales, al acusar al jubilado algecireño de una explotación clandestina y de usar a los animales para su autoconsumo.
El propietario ha negado en reiteradas ocasiones estas acusaciones, algo que además corroboran numerosos vecinos.
Por su parte, el Partido Animalista (PACMA) se ha opuesto rotundamente a la decisión de la Junta y señala que “la legislación andaluza condena a muerte a animales sanos, sin ocuparse en comprobar primero si verdaramente son contagiosos de alguna enfermedad o por el contrario están completamente sanos. “
Ni el equipo de Pacma, ni su apoyo jurídico, ni la concentración de protesta frente al edificio de la Junta en Algeciras, ni la difusión por prensa escrita, radio y televisión, ni los vídeos de personas solidarizándose con Guillermo, ni la petición jurada de vecinos y conocidos, ni las 12.000 firmas, ni las campañas de apoyo en redes sociales, ni siquiera las lágrimas de Guillermo, han conmovido ni hecho reaccionar a la Delegación de Agricultura y Ganadería de la Junta de Andalucía, que se niega a conmutar el sacrifico de estos inocentes animales por el traslado a un Santuario.
Desde el partido animalista se hace hincapié en que Junta de Andalucía tiene la posibilidad, atendiendo a las circunstancias epidemiológicas de la zona, de realizar analíticas a los animales antes de sacrificarlos.
Además, PACMA pide que se tenga en cuenta “el vínculo afectivo del pastor con sus ovejas, su edad avanzada y su delicada salud, que se está viendo afectada por todo este amargo y desagradable asunto”.
