Tras los últimos Mundiales de fútbol, me di cuenta del poco valor que se le da a nuestra nacionalidad. Los intereses futbolísticos están por encima de todo y para un futbolista , léase Messi, Sherichev, Asrraf y muchos más , esto no es más que un negocio, pero ¿Qué requisitos son necesarios para obtener la nacionalidad?.
En España, se puede conseguir la nacionalidad en caso de vivir durante diez años de forma legal y continuada. De todas formas, se dan una serie de circunstancias que reducen esa cantidad a cinco años (refugiados), dos (procedentes de Andorra, Portugal, Guinea Ecuatorial, Filipinas, países iberoamericanos u origen sefardí) o uno (en condiciones especiales). Este tipo de condicionantes se ven supeditados a que la persona interesada muestre una conducta adecuada y se haya integrado en nuestra sociedad.
La Ley prevé que las autoridades valoren de alguna forma su grado de integración en el país. Y algunos jueces encargados de los registros civiles provinciales han decidido, desde hace tiempo, someterles a una breve prueba escrita con preguntas de todo tipo: geografía, organización del Estado, historia, cultura general o lengua. No creo que Messi, Sherichev o ningún otro jugador de fútbol sepa quienes son los Reyes Católicos, pero a mí lo que me indigna es el poco valor que se le da la obtención de la nacionalidad española. Todos estos personajes del fútbol aparecen , luego, llevándose la mano al pecho cantando el himno de su país de origen.
En algunos casos porque les es más fácil jugar en un Mundial con la selección de su país de origen, en otros(Caso de Lucas Hernández) que fichó por la selección francesa porque no le había llegado el pasaporte español. Un auténtico mercadeo, ese es el valor. Así pasa lo que pasa porque la pregunta del millón es ¿Cómo es que tanto yihadista tiene la nacionalidad española, o tanto narcotraficante?: ¿Todos han estudiado a los Reyes Católicos?, ¿Ninguno tiene antecedentes en su país de origen ni en España?. La verdad es que todo huele muy mal.
Pero lo que me ha dejado alucinado es que el Ministro de Exteriores del Reino de España, Josep Borrell ha anunciado que esta semana adquirirá la nacionalidad argentina gracias a la nacionalidad de su padre. Desde entonces, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones gozará de doble nacionalidad.
El ministro ha indicado que le ha parecido humanamente oportuno e interesante recuperar la nacionalidad que tuvo su padre antes de volver a España justo antes de la Guerra Civil. Un conflicto que, ha subrayado, le resultó tan traumático que decidió no salir nunca más de las montañas del Pirineo.
¿Y ahora qué le va a contar a los independentistas?. Un Ministro de España y Jefe de la Diplomacia Europea no le puede dar tan poco valor a ser español.
Ahora este Ministro es lo que dirían los argentinos, un Boludo y un pelotudo.
Patricio González
Patricio González
