Las masivas oleadas de inmigrantes irregulares llegadas a Algeciras, la cada vez mas palpable inseguridad ciudadana, sumadas a la mala gestión realizada por el consistorio, que ha llevado a la ciudad a endeudarse a niveles jamás conocidos, ha hecho que VOX se convierta actualmente en la fuerza emergente que más preocupa a los “populares” en la capital del Campo de Gibraltar.
Los resultados de VOX en las elecciones generales llevaron al partido a hacerse con la quinta posición a nivel nacional, no así en Algeciras, que ha demostrado una vez más su carácter “especial”, convirtiéndose la ciudad en uno de los grandes bastiones de la formación que preside Santiago Abascal.
Se da la circunstancia, que el alcalde de Algeciras José Ignacio Landaluce, había desempeñado paralelamente la labor de alcalde y senador en Madrid, habiendo perdido recientemente tras las elecciones del 26-A su acta en el Senado de la nación. Sus decisiones tomadas en Madrid contra los intereses de Algeciras, siguiendo “disciplina de partido”, fueron muy controvertidas entonces, y ello se ha podido ver reflejado en las urnas.
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| Antonio Gallardo (VOX Algeciras) con Santiago Abascal, en una de sus visitas a la comarca . |
La labor llevada a cabo por VOX en Algeciras es de sobra conocida por los algecireños. La formación trabaja desde hace más de año y medio en la ciudad, suponiendo un revulsivo para la política local, tras superar en votos al Partido Popular.
Desde la formación que encabeza Antonio Gallardo en Algeciras, se ha reiterado la necesidad de recuperar las instituciones públicas para los ciudadanos: “se acerca el momento de abrir cajones ocultos y terminar con el enchufismo ya anclado en toda la estructura de nuestra administración local”, anuncia VOX Algeciras tras poner de manifiesto “las nóminas hinchadas, los gastos arbitrarios, contratos de dudosa gestión, los puestos a dedo y la inoperatividad durante años”.
VOX Algeciras se ha referido además a los miembros de la corporación municipal como “artistas en el manejo presupuestario”, de la “libre disposición” del mismo, el “maquillaje” de cuentas públicas y el cortijeo en el Ayuntamiento, mientras Algeciras “se endeuda por generaciones a la par que se desintegra a pedazos”.
