El Ministerio de Transportes, la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) y la Dirección General de la Marina Mercante están llevando a cabo un programa de vigilancia de la contaminación provocada por los buques en las aguas del Estrecho de Gibraltar, desde Zahara de los Atunes (Cádiz) a Punta Chullera (Málaga), con eficientes resultados.
Los buques que atraviesa nuestra costa, más de cien mil al año, operan en un ámbito de impunidad una vez alejados de los puertos, donde la vigilancia y el control son difíciles o inexistentes. Un barco genera en su travesía una enorme cantidad de contaminación, tanto por las emisiones del combustible marítimo, como los vertidos de sentinas y las basuras. Aunque el Convenio Internacional sobre la Contaminación Marina (MARPOL) establece condiciones estrictas para gestionar adecuadamente esos residuos, la realidad es que en aguas alejadas de puerto reina la impunidad. Hasta ahora, por lo menos en esta área barrida por el dron: hasta un 10 % de infracciones ha señalado en los meses que lleva operativo. El anuncio de que a fines de octubre cesaría su actividad, es una decisión injustificada, a juicio de los ecologistas gaditanos.
Para reducir la contaminación que producen los buques, disponemos de tres tipos de medidas: el control de los combustibles que se queman, la aplicación de sistemas de reducción de la contaminación y la vigilancia, el control y la transparencia de la información.
Es esta última medida la que viene a cubrir este dron, con resultados brillantes.
Desde el 1 de enero de 2020 los barcos europeos están obligados a reducir el contenido en azufre del combustible usado, reduciendo su porcentaje de más del 3,5 % actual al 0,5 %. De no ser así, la emisión de óxidos de azufre contribuye a envenenar los puertos marítimos y emponzoñar al aire ambiente, contribuyendo además a la formación de lluvia ácida.
Por ello, para los mares Báltico, del Norte y Canal de la Mancha están en vigor las Áreas de Control de Emisiones de Azufre (SECA) y también la de Control de Emisiones de Nitrógeno (NECA), obligando incluso a reducir aún más el contenido en azufre del combustible hasta el 0,1 %.
AGADEN-Ecologistas en Acción solicita que estos compromisos de extiendan a todo el Mediterráneo y área del Estrecho, contribuyendo a la mejora ambiental, además de reducir también la huella de carbono de los buques (el tráfico marítimo representa el 13,5 % de la emisión de gases de efecto invernadero de todo el transporte), mediante el suministro eléctrico a buques en los puertos.
Para ello, la aplicación del Convenio de Transición Justa en Los Barrios, una vez cerrada la central térmica de carbón, debiera servir para instalar plantas fotovoltaicas y eólicas en el espacio dejado por la térmica y el parque de carbones, que proporcione a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras electricidad limpia y renovable para los buques.
Reducir el contenido en azufre del combustible marítimo, vigilar y sancionar los incumplimientos, suministrar energía eléctrica para los consumos en puerto de los buques y reducir la huella de carbono, son las alternativas de los ecologistas para conseguir un puerto más sostenible.