Funcionarios de Botafuegos impiden ahorcamiento de un preso

Si este domingo pasado, los Funcionarios de Instituciones Penitenciarias, debido a un incendio intencionado por un preso con trastornos mentales, lograban poner a salvo una galería donde se ubicaban cinco internos, ayer “in extremis” de nuevo salvaron la vida a otro preso que quiso suicidarse por ahorcamiento.

Son las 19.30h. hora del reparto de la cena, el funcionario de seguridad al llegar a una de las celdas, observa como el interno que la ocupa tiene anudada al cuello el extremo de una manta y el otro lado está anudado a la parte superior de un barrote de la ventana; aún muestra signos vitales, se le descuelga en el acto, a la vez que se notifica de inmediato tanto a los servicios médicos como a la Jefatura de Servicios, los cuales se hacen cargo de la situación. Se trata de un interno A.J.L., cuya primera entrada en prisión data del año 2000, muy conocido entre los trabajadores penitenciarios y que esta vez encontró la suerte de cara.

Uno de los graves problemas existentes en Instituciones Penitenciarias, es el alto porcetaje de patologías mentales, más del 45% de la población reclusa española padece trastornos mentales; Botafuegos alberga una población reclusa de casi 1200 internos, de los cuales más de 600 toman medicación psiquiátrica, sin embargo de forma incomprensible en ninguna Relación de Puestos de Trabajo de ningún Centro Penitenciario ordinario de España existe ni una sola plaza de Psiquiatra, por lo que en Botafuegos la propia Dirección del Centro “de motu proprio” tiene contratado a tiempo parcial un especialista en Psiquiatría.

Desde Acaip–Ugt, hemos denunciado en multitud de ocasiones tanto al Ministro del Interior como al Secretario Gral. de Prisiones la situación, porque no existe una política de salud mental, cuando las patología mentales son unos de los graves problemas en las prisiones y de las principales causas de fallecimiento año tras año.

También desde el mismo Sindicato, se han cursado múltiples escritos al Ministerio del Interior y a la Comunidad Autónoma de Andalucia, exponiendo los problemas e instando a negociar la Transferencia de la Sanidad Penitenciaria al Sistema Público de Salud, pero ambos argumentan “que la pelota está en el tejado del otro”, ninguno muestra interés real en resolver la situación, mientras tanto, las enfermerías de las prisiones siguen reconvertidas en “psiquiátricos encubiertos” y las consecuencias asumidas cada dia tanto por el colectivo de empleados penitenciarios como por la población reclusa.

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