El conjunto albirrojo se mide mañana, en el último encuentro de esta campaña, a domicilio ante el UCAM Murcia. Independientemente de lo que ocurra este domingo, podemos decir ya orgullosos, que el Algeciras Club de Fútbol ha logrado su objetivo. Y es que los de Salva Ballesta llegan mañana a La Condomina aún con posibilidades de ascenso, pese a que el club de la Menacha no estaba llamado, ni de lejos, para perpetuar dicha hazaña.
Sea como sea, pase lo que pase, el Algeciras C.F. ha constatado ante su afición, y toda España, que aspira hoy como ayer a la máximo en el fútbol nacional.
El simple hecho de que la afición algecirista haya soñado de nuevo con ver a su equipo en Segunda División A, y haber llegado hasta la última jornada con opciones, es ya de por sí un hito que no se había producido en los últimos dieciocho años. Este hecho, es reflejo de un claro síntoma: Hemos vuelto.
El desembarco de Nicolás Andión en el club de La Menacha, ha representado para el algecirismo el inicio de una nueva etapa de ilusión y fortaleza que ha comenzado ya a dar sus primeros frutos. Lejos de venirse abajo por el posible desenlace de mañana, la afición algecirista debe sentirse orgullosa de su club, de sus jugadores, de su míster, y de sí misma. Porque estamos todos en el mismo barco, y no se ha parado un solo momento de remar. Porque hemos quedado primero de grupo y logrado un ascenso. Porque queda aún mucho por hacer. Porque sabemos que más pronto que tarde regresaremos a la categoría de plata. Porque más allá de lo que ocurra este domingo en Murcia, hemos luchado hasta el final. Y lo seguiremos haciendo. Esto es solo el principio.
¡Adelante Algeciras!
