Incidencia de las dietas y hábitos alimenticios en la visión


Las dietas o hábitos alimenticios inciden, a veces, en que el aporte de vitaminas y minerales no sea el requerido por el organismo y mas concretamente en nuestro sistema visual; las vitaminas A, B y C juegan un rol fundamental en lo referido a la visión.

Su carencia o déficit puede provocar, entre otras, lesiones en la córnea, conjuntiva y retina.

Por ésto, un déficit prolongado de Vitamina A puede generar una serie de cambios radicales a nivel ocular, entre ellos la xeroftalmía  (enfermedad de los caracterizada por sequedad persistente de la conjuntiva y opacidad de la córnea). A la Vitamina A se le conoce también como retinol, ya que genera pigmentos necesarios para el funcionamiento de la retina. Desempeña un papel importante en el desarrollo de una buena visión, especialmente ante la luz tenue. Las zanahorias, las verduras de hojasverdes, las frutas amarillas y anaranjadas (melón, mango) y tomates son grandes portadoras de Vitamina A. Si las ingerimos junto a la Vitamina E ayudamos a su absorción y metabolismo.

Los estudios sugieren que altos niveles de Vitamina C pueden reducir el riesgo de cataratas causadas por una acumulación de proteínas que pueden ocasionar visión nublada incluso puede retrasar algunas maculopatías. Entre los alimentos más ricos en esta vitamina se cuentan kiwi, naranjas, limones, pomelos, pimiento, cebolla, tomate, frambuesas y arándanos. 

Debido a su acción antioxidante, la Vitamina B y Epodrían proteger contra las cataratas y un progresivo deterioro de la retina, la parte posterior del ojo. Estas dos afecciones tienden a darse con la edad. Los aceites vegetales, el germen de trigo,frutos secos, legumbres y hortalizas son alimentos ricos en esta vitamina. 

Como en todo, la mesura es indicador de equilibro y nuestro sistema visual no está exento.

Juan Diego Piñero/Araceli Del Valle
Ópticos-Optometristas en OPIVISION “Te queremos ver”




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