Uno de los rincones más bellos del mundo, considerado Patrimonio de la Humanidad, guarda tras sus muros una historia muy especial.
Aunque muchos quizá lo desconozcan, el nombre de Algeciras se haya escrito para la eternidad en uno de patios más emblemáticos de la Alhambra granadina.
Patio de Comares dedicado a Algeciras |
Para conocer la historia tenemos que remontarnos a la época árabe de España,
cuando Abu Yusuf Yacub estableció su capital europea en Algeciras, convirtiéndose en uno de lo reinos más importantes del momento.
El posterior empuje de los cristianos en la reconquista de la península ibérica hizo finalmente que el reino árabe de Al-Yazira fuera tomado por el Rey Alfonso XI en 1339, tras seis siglos de dominio árabe. El acontecimiento tuvo tal magnitud que la corona de España aún mantiene el nombre de “Rey de Algeciras” entre sus títulos.
Tan sólo treinta años después, en 1369, Mohammed V de Granada reconquista a los castellanos la ciudad. En aquellos momentos el reino algecireño seguía constituyendo uno de los más importantes de la época.
La importancia de la recuperación de Algeciras llevó al Sultán andalusí Mohammed V a construir el patio de Comares de la Alhambra, también llamado de los Arrayanes o Sala del Trono, a imagen y semejanza del que en Algeciras se encontraba.
“Este caudillo rehabilitó el poder mahometano en Sevilla, Córdoba, Algeciras y entró en Granada con imponente solemnidad” reza una de las placas de la Alhambra.
Pero la victoria nazarí no duró mucho tiempo, y a penas diez años después las tropas de Castilla volvieron al ataque. Mouhammed V, consciente de la importancia militar y comercial de Algeciras, comprendió que no podría mantener la plaza mucho tiempo y decidió la destrucción y quema de la ciudad para que no volviera a caer en manos cristianas.
Algeciras quedó durante cuatro siglos completamente deshabitada y en ruinas, hasta su posterior repoblación en 1704, por españoles llegados desde Gibraltar tras su pérdida a manos de los ingleses.
Este es el motivo, por lo que a diferencia de otras grandes capitales que aún atesoran monumentos y majestuosas mezquitas de la época (como Granada , Sevilla o Córdoba), éstas no se hayan presentes en Algeciras.
Reconstrucción de Algeciras. |
No obstante, la visita obligada al Patio de Comares de la Alhambra para todo algecireño nos hará sin duda evocar el recuerdo y trasladarnos a la Algeciras andalusí.
El nombre de nuestra ciudad preside también este patio en una increpación: “Conquistaste a Algeciras por la fuerza de armas, y abriste al socorro una puerta que estaba cerrada.”
Se cuenta que cuando Washington Irving entró por primera vez en este lugar se quedó impresionado por su belleza. En el Patio de Comares se conjuga la belleza arquitectónica con la armonía de la poesía y la música del agua.
Arturo Díaz Benítez