El Gobierno de Estados Unidos ha vuelto a insistir en que el petrolero Grace 1, liberado en el día de ayer por las autoridades gibraltareñas tras más de un mes apresado en el Peñón.
Estados Unidos sostiene que el buque asistía a la Guardia Revolucionaria Islámica transportando petróleo de Irán a Siria.
Pese a las presiones del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que solicitaba el embargo del petrolero iraní, el gobierno de Gibraltar ha recibido garantías de que los 2,1 millones de barriles de crudo que transporta el buque no tienen como destino Irán.
Pese a ello, el Gobierno iraní ha asegurado que no prometió a las autoridades británicas que el petrolero del Grace 1 no tuviera como destino Irán, según publica el portal ruso Sputkin en su edición de hoy.
Desde el Foreign Office recuerdan a Irán que “debe cumplir las garantías que ha ofrecido” porque de no ser así “no nos mantendremos impasibles ni permitiremos obviar las vitales sanciones de la Unión Eurpea contra un régimen que ha empleado armas químicas contra su propio pueblo”.
A través de comunicado oficial, el capitán del Grace 1 ha expresado por su parte su agradecimiento por la liberación: “Agradezco a todos los que han facilitado mi liberación y a mi equipo legal".
Cuando el gobierno de Gibraltar efectuó la detención del buque, unos 30 infantes de la marina de la Royal Navy fueron desplazados desde Reino Unido a Gibraltar para auxiliar a la policía en su misión encomendad de custodia del buque y su carga.
Este hecho desató una crisis diplomática entre Reino Unido e Irán, acrecentándose con la captura por parte de Irán de un petrolero británico, en respuesta a la retención del Grace 1.
La liberación del buque iraní en Gibraltar rebaja la disputa entre ambos Estados, teniendo como objetivo poner fin a la crisis de los superpetroleros.
