DOS AÑOS SIN SARA Y MARILUZ: LA EXPLOSIÓN DEL TRANSFORMADOR DE TARIFA QUE NADIE ACLARA

Era un 5 de agosto de 2017 cuando Kisko, Esther, Irene, Sara, Fran, Juan Antonio, Dani y Mari Luz, empleados del Hotel 100% Fun, cenaban en una mesa situada en la zona trasera del establecimiento sobre las 19:30, antes de comenzar el servicio.


Sin embargo, una explosión del transformador junto al que estaban sentados cambiaría sus vidas para siempre.

“Todo fue a cámara lenta”, cuenta Irene recordando la tragedia que se cobró la vida de dos de sus compañeras, Sara y Mariluz.

Las familias, dos años después aún intentan reponerse del varapalo, sin conocer las causas que llevaron a la explosión.

Mari, es la madre de Mariluz y Francisco, dos hermanos que se vieron afectados por la explosión del transformador 29272 de Endesa: "Yo ya no tengo vida, lo que quiero es descansar y a ver si es cierto que voy a volver a ver a mi hija", cuenta Mari al rotativo local lavozdelsur.es. 

Ella cuenta que quiere "ponerle cara" a los culpables de la tragedia, después de que tanto Endesa como el hotel quisieran comparecer en el proceso judicial abierto en calidad de perjudicados (el juzgado de Instrucción número 4 de Algeciras, finalmente, los cita como investigados).

La madre de Mariluz y Francisco no supo nada de la tragedia hasta varias horas después de producirse. "Nadie me avisó", dice, mitad apenada, mitad furiosa. Fue su sobrino quien dio la voz de alarma. Cuando llegó al hospital, los médicos le dijeron que su hijo tenía quemado el 90% de su cuerpo. Su hija Mariluz terminaría falleciendo el día 7 de agosto, de madrugada.


Sara Ojeda era de las trabajadoras más veteranas del hotel, donde ejercía de jefa de cocina. “Era muy trabajadora y responsable con su trabajo, los  compañeros hablan maravillas de ella”. 

Después de ingresar en el Punta de Europa, fue trasladada a la UCI del Puerta del Mar de Cádiz. “Y allí estuvo cuatro días hasta que falleció”, cuenta su madre entre lágrimas, que no oculta su “indignación” al recordar cómo se produjo el accidente y que nadie se quiera responsabilizar del mismo. 

Dos años después, los seis supervivientes no pueden hacer vida normal. “Y no lo van a poder hacer nunca. Algunos todavía están pendientes de operaciones. No solo ha afectado a los chicos, sino a familias enteras”.  Y lo que es peor, ni una sola respuesta que aclare lo sucedido.

Como ya publicó La Nueva Información el pasado mes de abril, la dejadez con los transformadores de la zona siguen a la orden del hoy (VER).
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